23 de enero de 2020

Exceso de equipaje

El último día de vacaciones siempre fue el más duro. Había que intentar meter en la maleta, que ya había llegado llena, todo lo acumulado durante ese periodo de tiempo feliz. “De forma que algunas cosas se quedarán fuera y no vendrán con nosotros”, decía siempre mi madre con cierto dramatismo al tiempo que se encogía de hombros. Lo que no nos imaginamos nunca es que llegaría el día en que uno de esos objetos sería nuestro padre y no volveríamos al pueblo nunca.

3 comentarios: