23 de noviembre de 2020

El declaración de Noé

Mi profundo conocimiento de la educación y la belleza se vio sacudido, desde el instante en que nos conocimos, por tu estridente forma de vestir y tu modo de comportarte en aquella fiesta. Sabía que el embarque era heterogéneo, que lo que primaba era la variedad y que todos los seres vivos estuviesen representados; pero que fueses tú quien estaba a mi lado no dejaba de parecer una broma.
Días después, rodeados de bestias y solos, flotando en aquel azul que nos rodeaba a bordo de un inmenso e insignificante barco, la comunicación había empezado a limar asperezas, yo comenzaba a valorar tu personalidad por encima de tus formas y tú parecías lograr mirarme a los ojos tras atravesar capas y capas de absurdos modales.
Y hoy, viéndote dormir junto a mí, rodeados de una pareja de todas las especies que un día fueron algo en la Tierra, vigilo tu respiración y el movimiento que los sueños imprimen a tus labios, suplico para que seas tú quien tenga el empuje y la fuerza para traspasar la última barrera. Escucha, somos el último hombre y la última mujer pero lo más importante es que, por encima de todo, tú me gustas y quiero que estés a mi lado.

1 comentario:

  1. Me gusta este Noe. Me ha encantado esta nueva versión, Luisa!!
    Besicos muchos.

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