29 de marzo de 2021

La prórroga

Esperando que más pronto que tarde dejes de llorar por él, me hago cargo de los niños y de la casa, intento estar a tu lado por si necesitas un abrazo, dejo que vuelques en mí el dolor, quizás el desahogo, tus palabras. Y mientras te recuperas y la tristeza empieza a ceder, crece en mi interior un rencor inmenso.
Voy a dejar que vuelvas a ser la que eras, la mujer con la construí una vida y una casa, la madre de mis hijos; y, cuando vuelvas a estar a mi lado, con toda la fuerza que tenga a mi alcance, te daré la patada, te expulsaré de mi vida de la forma más dolorosa que tenga a mano.
Aún no te has dado cuenta, aún sigues llorando, pero han pasado cosas que acarrearán consecuencias muy malas: has perdido mi amor, te ha dejado ese amante que creíste encontrar lejos de esta casa y tienes un enemigo en tu cama que solo espera el momento más adecuado para ejercer su venganza. 

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