Yo no sé
si esto es una historia que parece cuento o un cuento que parece historia; lo
que puedo decir es que en su fondo hay una verdad, una verdad muy triste, de la
que acaso yo seré uno de los últimos en aprovecharme, dadas mis condiciones
de imaginación.
Cuentan que fue un rayo de luna
haciéndoles cosquillas, esa noche un niño y una niña salieron al patio de sus
casas y, estando solos, alejados de las peleas eternas en que estaban inmersas
sus familias, se miraron y sintieron cómo se fundían sus vidas. Cuando ese amor
fue descubierto años después por sus parientes, quizás una mirada de más o una
sonrisa, los gritos y peleas se redoblaron a su alrededor como antes nunca;
hasta que llegó la noche en que se les tragó una espesa bruma, logrando curiosamente
que en ese dolor por su pérdida se abrazasen las familias.
Menudo final, Luisa. Se me ha quedado un nudo en la garganta!! Muy bonito.
ResponderEliminarBesicos muchos.