Llega
el día, los rayos de sol aún tímidos, leves y frescos, acarician y escalan las
laderas que recorro con la vista. El aire se amansa y se demora en los
recovecos del relieve; y mi mirada transita lentamente por la piel del mundo de
la que estoy preso, tras la que el horizonte se rinde. Todo lo que tengo al
alcance de la mano es perfecto y solamente necesito un momento, sólo uno más,
para fijar esta imagen a las que ya llenan mi recuerdo.
Sin embargo el día quiere ponerse en
marcha, el instante se acaba y, como todas las mañanas, concluyo que no puedo
ni quiero dejar de mirar…
…te.
Comenzó romántica la semana...
ResponderEliminarMuy poéta y lírica te has levantado Luisa.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Cuando se está enamorado, da igual el color con que amanezca el día. A sus ojos siempre será azul.
ResponderEliminarTierno el micro, me encanta.
No hay muchos días de estos. Sin despertador... sin prisas... para disfrutar tranquilamente... de las pequeñas cosas, que son las importantes.
ResponderEliminarBuenos días a todos y buena semana!!!
Tremendamente lírico.
ResponderEliminarNos fijamos en lo que nos fijamos, por algo será.
ResponderEliminarMuy bueno, Luisa