7 de octubre de 2016

Víctima y verdugo


Se fijó en ella en los pasillos de la universidad y averiguó sin mayores problemas, como tantas otras veces había hecho, su nombre y el número de teléfono de su casa.
Después, como siempre, empezó con las llamadas insistentes o hechas a deshora, unas veces obscenas y otras inundadas de amenazas, en ocasiones simples silencios..., sólo eso y esperar.
Pasados unos meses, pudo comprobar que no se había equivocado, más delgada y con ojeras estaba mucho más atractiva.
Sonrió, pronto lograría que cayese enferma, como lo estaba él.

7 comentarios:

  1. Qué venganza más horrorosa y qué bien lo cuentas.
    Besicos muchos

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  2. Qué venganza más horrorosa y qué bien lo cuentas.
    Besicos muchos

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  3. Buuuuff.
    Cabronazo. Enfermo pero del todo.
    Muy bueno Luisa
    Besos

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  4. Buuuuff.
    Cabronazo. Enfermo pero del todo.
    Muy bueno Luisa
    Besos

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  5. Jope! Que desolador pero que real! Un buen escrito para un asunto muy feo, el acoso.
    Besos.

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  6. Un enfermo dañino y reincidente. Inquietante y buen relato, Luisa
    Un abrazo

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