Desde que se
conocieron toda su vida había girado en torno a él. Siempre le había querido
mucho, demasiado quizás.
Tras algunos
años de vida en común y sin dar explicación alguna, él pidió el divorcio y
ella, que nunca había conseguido negarle nada, se lo concedió no sin antes
buscarse un abogado que la representase.
Se separaron y
su vida siguió girando alrededor de la de él. Ahora con otro objetivo:
arruinársela.
Siempre juntos, detalle arriba o abajo.
ResponderEliminarMuy bueno, Luisa.
Un abrazo