El novato se ha portado bastante
bien, hay que reconocérselo, a pesar de que no todos estábamos de acuerdo en
ponerle a prueba. Después de meses de ensayos y no pocos dolorosos rasguños, ha
conseguido dominar el látigo justo como queríamos; ha logrado hacerle restallar
de modo que su sonido llene todo el espacio y al tiempo ha conseguido que ni
nos toque ni nos hiera. Nuestra primera actuación en el circo será esta misma
tarde pero, si todo sale bien, pronto empezaremos a incluir algunas novedades y
mejoras. El primero en entrar en la jaula será él y después, cuando ya estemos
todos y nosotros le hayamos rodeado por completo, simularemos obedecerle a
regañadientes en aquello que nos pida.
Le hemos prometido que, si al
público le gusta nuestro número, le contrataremos como nuestro domador y que le
daremos de nuestra ración de carne un buen filete, y es que llevamos meses
alimentándole exclusivamente de lechuga.
Me encanta ese final tan inesperado Luisa.
ResponderEliminarBesicos muchos.
La más mustia de las lechugas.
ResponderEliminarSaludos,
J.