Estas vacaciones en julio y en la playa han sido una buena idea, más aún si el pequeño deja de llorar por haberse perdido, se anima a comer algo y empieza a entretenerse con los juguetes. Una buena idea, ya te digo, no me mires como si me hubiera vuelto loca; poco importa que le haya traído con engaños y no sea nuestro, lo que cuenta es que con él empezamos a ser la familia que la naturaleza y los médicos nos niegan. No te quedes ahí parado, deja de mirarme y actúa; te recuerdo que queríamos una familia numerosa.
(microrrelato escrito para la tercera
ronda de La Copa de Esta noche te cuento, que debía titularse “No me mires” y
transcurrir en “julio”, se nombrase el mes o no; micro con el que pasé a la
cuarta ronda)
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