Después de haberse tragado a los tripulantes del barco el tiburón, consciente de la importancia de una buena higiene dental, usó los restos de la embarcación para eliminar la carne que se le había quedado entre los dientes.
Siempre me han dado miedo los tiburones y los cocodrilos. No supero el atracón de dientes que se dan mis ojos. Dicho lo cual, te contaré que imaginar al tuyo me ha hecho replantearme mis temores.
Limpio que es uno, jeje
ResponderEliminarBesos desde el aire
Será tiburón despiadado pero limpio limpio es, las cosas como son. En su vejez no tendrá que llevar la indigna dentadura postiza. Un beso.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, nos llevas a una imagen divertida esa del tiburón haciendo de los restos del barco, mondadientes.
ResponderEliminarUna sonora carcajada de la mujer de un capitán de barco. Ahora mismo le envío, con tu permiso, tu relato.
ResponderEliminarBesos
¡Aug! si, se ve la imagen de ese tiburón y los restos de barco como mondadientes.
ResponderEliminarBesitos
A este le falta que le añadas que se los comió por ensuciar el mar...y ya tenemos otro micro ecologista.
ResponderEliminarUn abrazo!
Siempre me han dado miedo los tiburones y los cocodrilos. No supero el atracón de dientes que se dan mis ojos. Dicho lo cual, te contaré que imaginar al tuyo me ha hecho replantearme mis temores.
ResponderEliminarUn abrazo, Luisa.
¡Qué bueno! :-)
ResponderEliminarUn beso, Luisa.
Jeje, pues tiene para rato pues dicen que tienen más de 500 dientes. Yo lo más parecido que he visto es un trillo.
ResponderEliminarQue le quiten los palillos!!!!!!!!!
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