16 de noviembre de 2011

Fiebre del sábado noche

Garbancito asomó la cabeza al puchero en el que el cocido se hacía. Pensó: “¡Vaya fiesta!” Y sin apenas pensarlo, se tiró de cabeza.

4 comentarios:

  1. Jajaja Luisa, me está encantando esta serie de microrrelatos sobre cuentos clásicos.

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  2. Esto sí que es tirarse a la piscina, garbancito me encantaba -en pasado- pobre.

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  3. Los niños siempre son niños, garbanzos incluidos.Ja Ja.

    :)

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  4. Jajaja, me lo estoy pasando genial con estos micros...

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