El pos(trece)rrará la cena, to(doce)sará a nuestro alrededor y diré:
-C(once)deme un deseo.
(Diez)mado mi corazón, sólo espero que ella re(nueve) el amor que me profesaba; ve(ocho)car mi ansia con la realidad, pero… ¡quiero mi amor a(siete)rno! No pen(seis) en mi dolor. El tic-ta(cinco)mbustible del reloj eva(cuatro)mbas de lágrimas, mis lágrimas.
-El pos(tres)e acabó. To(dos)e acaba –dice.
Y (uno)pulento hombre, viene a buscarla y me reduce a (cero).