15 de octubre de 2025

A mayores

Mirándose en el espejo decidió que tenía que arreglarse las cejas y la barba; al hacer un amago de sonrisa seductora, incluyó en la lista el pedir hora en el dentista. Se separó un poco y vio lo que se temía, aquellos kilos de más que en los últimos meses se habían alojado en torno a su cintura; generando un problema grave en su armario, lleno de ropa en la que ya no cabía. Amplió aún más la mirada, incluyó la habitación en la que dormía, las derramas de la comunidad, el ruido de los bares del barrio colándose por su ventana a todas horas, la ciudad en la que había acabado buscándose la vida. Ay, la vida, acabó mirando su vida; eso sí que tenía que arreglarlo pero no estaba seguro de cómo, fue entonces cuando sus ojos cayeron sobre el paquete recién comprado de cuchillas.

8 de octubre de 2025

Cerditos

La invitación a comer de Mario incluía a Pedro, a Juan y a la belleza por la que estaban todos colados; pero ella acababa de llamar para decir que no podría acercase. Los hombres se miraron y decidieron ponerse a comer y ¡a beber!, a beber como si no hubiera un mañana. Al poco el vino les soltaba la lengua y hablaban de los sueños húmedos que ella protagonizaba: “la acaricio entera, la beso, la exploro despacio”, “gime, jadea, grita”, “nos duchamos juntos, desayunamos desnudos, no logramos despegarnos”. Y los hombres, juntos y revueltos, contra todo pronóstico, acaban en la cama.

1 de octubre de 2025

Animales

Supo lo que en realidad eran cuando, olvidando mimos y caricias, lo dejaron en la cuneta.
 
(microrrelato escrito para esta propuesta)

24 de septiembre de 2025

Una vez al año

Llegaron los paquetes con disfraces para la convención de anime: antifaces, botas de tacón y trajes de peluche. La rutina se desvaneció y el departamento de marketing reunido en la sala de juntas se sumergió en una amalgama de piel y látex sin distinción entre jefes y empleados, mezclando personajes e historias de manga, fluidos y caricias, diálogos aprendidos de memoria, curiosas propuestas o gemidos llegado el caso. Siempre ocurría así, y cuando regresaban a sus puestos, con la peluca despeinada y el maquillaje borrado, sonreían exultantes por ese deseo que les unía y por disfrutar: ser un dibujo animado con caprichos adultos.
 
(texto para esta propuesta de ENTC, escrito a medias con Belén Sáenz; juntas éramos Las Canículas)

17 de septiembre de 2025

No hay dos sin… Inocencio

Empezó como una inocentada en la comida navideña de la residencia. Colgamos un monigote de papel en la espalda de Paco y, cuando salió sonriendo del baño con una guapísima auxiliar y sin andador, nos contó que sentía un superpoder erótico increíble y no quería viagra. Desde entonces a Inocencio, así hemos bautizado a nuestro amiguito, nos lo cedemos por turnos los sábados… sabadetes. Celadoras, residentes y hasta la directora han gozado de nuestra virilidad revitalizada. Vale, es poco sexy hacerlo con camiseta interior, pero sujetarlo con un imperdible es sagrado; tanto como evitar el cigarrito de después e impedir que se chamusque.
 
(texto para esta propuesta de ENTC, escrito a medias con Belén Sáenz; juntas éramos Las Canículas)

10 de septiembre de 2025

El cinéfilo

Me llamaste desde el baño y supe qué querías por la voz pero, en vez de un juguete erótico, encontré barro de alfarería. «Hoy nos lo montamos como en Ghost», dijiste, y haciendo la cucharita nos sentamos en el suelo. Dos horas después, los pegotes marrones nos rodeaban mezclados con otras sustancias pringosas. «¿Tenemos mantequilla?», preguntaste. «Tenemos, Marlon Brando, pero antes del tango en París… nos pegamos una ducha?».
 
(texto para esta propuesta de ENTC, escrito a medias con Belén Sáenz; juntas éramos Las Canículas)

3 de septiembre de 2025

Benidorm 1974

Dejé plantada a Maruchi en el altar, pero no quise perderme la luna de miel. Desde el balcón del hotel divisaba un paisaje glorioso: prietos culitos suecos, turgentes pechugas inglesas y muslámenes de francesitas presos de bikinis mínimos. Llamaron a la puerta ―yo con la bragueta a punto de estallar― y por un momento soñé que se rendiría ante mi estandarte ibérico alguna cariñosa forastera. Ahí estaba mi suegro, escopeta al hombro, que me tuvo retenido en el baño hasta que constató que había arriado a mano mi enhiesto pendón y, usando el maltrecho mástil y una toalla, ondeaba la bandera blanca.
 
(texto para esta propuesta de ENTC, escrito a medias con Belén Sáenz; juntas éramos Las Canículas)

25 de junio de 2025

Cataratas

Un día descubrí en los ojos de mis padres una mirada, dirigida a mi gemelo, que no habían posado nunca sobre mí; una mirada que era una caricia, acompañada de una sonrisa y de una calidez que nunca me habían destinado. Hice de todo para ganármela, fui el mejor, el peor, el obediente, el pelota, el chivato; lo fui todo pero no logré nada. El problema solo quedó resuelto cuando, forzando un accidente, acabé con mi hermano y ocupé su plaza, apropiándome así de su nombre y de todo lo que conllevaba. Gané mucho con ese cambio, no solo el cariño de mis padres; con el tiempo, buscando expiar mi pecado, he hecho todo el bien del que he sido capaz, he sido la mejor versión que podía ser suya, mía y de ambos. Sé que no hice lo correcto pero, mirando hacia atrás desde mis ochenta años, confieso no reconocerme en el niño que fui: ¿fui tan malo?
 
(microrrelato escrito para esta propuesta)

18 de junio de 2025

Cómo era

Salgo de la consulta del médico con la sentencia de mi madre retumbando entre mis sienes. Cuando llego a la puerta de su habitación, he logrado contener las lágrimas que pugnaban por salir y empiezo a buscar en mi cerebro una idea, una historia, algo para distraerla una tarde más; y entonces, de repente, sé exactamente qué le hará sonreír y también que querrá detalles, todos los del mundo.
Necesito un poco de tiempo. La enfermedad que se instaló en casa no me ha dejado soñarle, hace demasiado que no pienso en ese hombre con el que quisiera compartir mi vida, ¿cómo era? A pesar del dolor, escarbo en mis sueños, lo pienso, lo veo, invento nuestra primera cita, sé qué me gustó de él y que no, hasta sonrío al ensayar la frase “quizás, mamá, sea él”.
Y, parapetada tras la última mentira, entro en la habitación.
 
(microrrelato presentado al concurso que se convocó con motivo de la XII Quedada Microrrelatista celebrada en Sevilla)

11 de junio de 2025

Un figura

Sancho, o simplemente El Gordo para algunos indeseables de la clase, miró al compañero que tenía delante, meditó su respuesta y dijo:
>-Tú estás loco, loco de remate.
Dos recreos más tarde quedó patente que estaba en lo cierto: lo de ponerse a defender a Dulceida de los machotes de clase solo porque su cuerpo se había desarrollado antes, acabó con Alonso magullado, la muchacha tratando de limpiarle la sangre con un pañuelo mojado y Sancho parapetándolos.
-Supongo que ha sido un espectáculo lamentable –dijo el herido.
-No, Alonso, has sido un valiente, todo un caballero –contestó ella que la noche anterior había visto una película con justas medievales.
-Vale, es un figura pero… triste, muy triste –sentenció Sancho, pensando ya en cómo ayudar a su amigo y si pedirle algo a cambio.
 
(microrrelato escrito para esta propuesta)

4 de junio de 2025

El fin de los tiempos

El niño, aun siendo Hijo de Dios, tembló al dibujar el horizonte y es precisamente por esa ruptura que hay en una línea que tenía que ser continua por donde ha empezado a irse el mundo a la mierda.

3 de junio de 2025

Fumadores (de Paola Tena)

En la Quedada Microrrelatista celebrada este año en Sevilla recibí un micro tuneado de Paola; pero pronto descubrí que no era solo uno, que eran ocho bajo el título de “Fumadores”, todos ellos dentro de una cajetilla en la que se podía leer: “Leer perjudica seriamente la ignorancia” y “Contenido: Ocho microrrelatos de fumadores trágicos”.
 


Cada uno de los microrrelatos estaba (como la propia Paola me contó) inspirada en una foto de una cigarro encontrado en la calle. 
Un currazo y un gustazo. Gracias, Paola.

28 de mayo de 2025

Decepción

Jugando hizo un fuego; después, demasiado tarde, descubrió que su camión de bomberos era solo un juguete.

21 de mayo de 2025

Parada y fonda

He visto demasiadas películas americanas en las que los moteles, como el que tengo delante, son el escenario de asesinatos sangrientos. Aparco y entro en recepción, la abuelita que me atiende es encantadora y decido hospedarme; con la excusa de no molestar a los otros huéspedes, solicito la habitación más alejada al tiempo que obtengo alguna información sobre ellos; cojo la maleta que he dejado junto mis pies para efectuar el ingreso y me digo una vez más que la sierra, los cuchillos y demás enseres pesan demasiado, que me estoy haciendo viejo.

14 de mayo de 2025

De un modo u otro

Quiso ir al médico solo y yo respeté su decisión, aunque ambos esperábamos el dictamen con impaciencia. Cuando volvió a casa, al entrar por la puerta, una amplia sonrisa iluminaba su cara al tiempo que decía: “¡buenas noticias!”; y esas palabras acabaron por dictar su sentencia.

7 de mayo de 2025

El profesor


Cada noche, antes de cerrar la escuela, cogía la foto, recorría con el dedo los rostros serios que desde ella me miraban y me decía que solo yo podría evitar que se convirtiesen en las personas tristes  que ya veía en algunos de ellos, que solo yo podría salvarles. Me fue imposible hacerlo con aquellos que tuvieron que ponerse a trabajar para esquivar el hambre; pero los demás aprendieron a leer y escribir, supieron por mí qué era un cuento y hasta me regalaron un instante de infancia en sus miradas; pero mi éxito, mi verdadero éxito sería, nunca lo habría adivinado, ser el primero de todos los que como yo lucharon porque aquel espacio cumpliese cien años.
 
(microrrelato escrito como respuesta a esta propuesta)

30 de abril de 2025

Tragaldabas

Mi apartamento tenía, lo recuerdo en ocasiones, unas maravillosas vistas a los canales; hoy, sin embargo, el horizonte azul lo llena todo y el nivel del mar continúa ascendiendo.

23 de abril de 2025

Judío

En el pueblo a aquel licor lo llamaban quitapenas sin embargo, en el caso del abuelo, el que empezase a beberlo, solo indicaba que se pasaría la tarde repitiendo las cuatro únicas palabras que sabía en alemán sintiéndose culpable por haber logrado ser el único en salir vivo del campo de exterminio.

16 de abril de 2025

Sobredosis

Saltamos los muros la noche anterior y logramos esquivar la vigilancia. Cuando salió el sol, la vimos entre los árboles: la piscina, azul y luminosa, mucho más bonita de lo que nos habían contado. Permanecimos sin movernos y en silencio, sin dejar de mirarla, y descubrimos que las personas de la casa también la adoraban: eliminaron de su superficie animales, mosquitos y hojas; midieron su salud con todo tipo de aparatos; se tumbaron junto a ella permaneciendo tiempo y tiempo bajo el abrasador sol, a modo de sacrificio, para ganarse el derecho divino de internarse en ella y dejar que el agua sagrada mojase su piel quemada; un hombre cogió un objeto hinchable y permaneció y se dejó mecer en la más absoluta de las calmas; no muy lejos, los niños de la casa jugaban a salpicarse felices e incansables. Por nuestra parte, Félix y yo, lo registrábamos todo lo mejor que podíamos, atónitos ante tanta dicha cuando, al otro lado de los muros, en nuestro mundo, el agua es un bien preciado y escaso.
Cuando el sol desapareció del cielo, antes de que la noche convirtiese la superficie del agua en un ser oscuro y amenazante, capaz también de las más terribles desgracias, Félix me hizo un gesto con la cabeza y supe que el momento había llegado. Yo, profundamente triste pero feliz por haberlo ayudado, sonreí y me despedí de él con la mano; vi cómo, aprovechando que en la casa todos estaban cenando, se metía en el agua sonriendo, dejando que le limpiase las heridas, hasta que se decidió a ir hacia lo profundo, donde no podría hacer pie, braceando torpemente, bebiendo, ahogándose.
Cuando su cuerpo comenzó a flotar, ya en calma, volví a saltar los muros, volví sobre mis pasos, para contar a mis compañeros de vida cómo Félix, nuestro amigo, el enfermo de cáncer, había logrado esquivar la muerte que le esperaba e irse feliz con una sobredosis de agua.

9 de abril de 2025

La verdad

El hombre solo alcanzó a comprender el dolor que podrían haber hecho sus mentiras cuando ella confesó que no lo había querido nunca.
 
(nanorrelato escrito para esta propuesta)