30 de septiembre de 2011

Bondi Beach

            Cuando la primera ola lamió los cimientos del castillo de arena, sus habitantes cogieron las tablas de surf para cabalgar la espuma.

29 de septiembre de 2011

Eutanasia

            “Tú y yo podremos pasear juntos bajo ese cielo estrellado”, eso le dije entonces y lo volvería a hacer ahora sin dudarlo –confesó el acusado–. Ambos sabíamos que no había esperanza ya, que el plazo para la vida que queríamos se estaba acabando y sólo podíamos pedir que los medicamentos nos ayudasen como lo hicieron. ¿Creen ustedes que soy culpable? Piensen y hagan lo que les parezca más correcto. Yo ya inicié mi viaje.
            Y con una sonrisa, increíblemente feliz y plácida, aquel buen hombre se aovilló  y pareció quedarse dormido en el estrado.          

(microrrelato escrito para ReC)

28 de septiembre de 2011

Clase práctica

            Mi profesor de ciencias naturales estaba frente a nosotros friéndonos a preguntas: “¿Por dónde empezaríais a comer?, ¿sabréis encontrar los ojos y la lengua?, ¿dónde encontraréis partes blandas?” y a su espalda, llenando el aire de un irresistible aroma, el cadáver.
            Afortunadamente no tardó en callarse y, contrayéndose y estirándose, se apartó a un lado.

(microrrelato presentado a la XXIII Edición del Concurso de Microrrelatos en Bubok sin éxito)

26 de septiembre de 2011

¡¡¡A plantar!!!



            -Un buen lugar.
-Sí, muy bueno.
-Allí pondremos una zona de juegos.
-Y aquí una buena zona de acceso.
            -Vendrán las familias con sus niños, pasaran tardes estupendas rodeados de un ambiente espectacular.
-Las plantas y la laguna central será una buena zona para hacer un descanso en el recorrido.
-Todo accesible, que no se quede nada sin ver. Será genial.
-Si esta es la mejor zona para plantar… el mayor centro comercial.

Microrrelato escrito por Rosa M. (http://vanalaire.blogspot.com/)
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi (http://www.dididibujos.blogspot.com/)

(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, envíamelo y lo publicaré aquí junto a los otros. ¡Muchas gracias!)

25 de septiembre de 2011

El títere

A veces sentía miedo, un miedo tan profundo que el aire dejaba de llegar a sus pulmones, que le inundaba de sudor y le paralizaba.
Era un miedo irracional, absurdo, contra el que había luchado todos los días de su vida. Era el pánico a no saber qué hacer o qué decir, a decepcionar a sus compañeros de partido o a sus hijos, a no cumplir alguno de los compromisos adquiridos, a no saber por qué algunos no se cumplirían jamás.
Alguien tocó la puerta y la cabeza de su mujer apareció tras ella; sintió su presencia como un bálsamo y sonrió más tranquilo. Todo iba a ir mucho mejor en cuanto ella le dijese cómo comportarse o cómo vestirse, en cuanto su secretario personal le diese el programa del día, en cuanto sus consejeros y asesores le susurrasen al oído las decisiones que debía adoptar, en cuanto tuviese ante sí el discurso que tenía que pronunciar, en cuanto… todo estaría bien si entre todos y siempre asumían el movimiento de sus hilos.

23 de septiembre de 2011

Arambol

Pasamanos, balaustrada, barandilla.
Una palabra que aún está en el diccionario (casi no me lo puedo creer), que evidentemente está en la Reserva de Palabras (junto a otras que no puedo entender que estén ahí); pero que tiene un buen puñado de fans, personas anónimas que no dudaron en mencionarla cuando la Escuela de Escritores se propuso encontrar “la palabra más bella del castellano”.
Os traigo aquí sus palabras, mucho mejores que las mías:
-“Su sonoridad me parece perfecta. Si la pronuncio en público se me identifica con mi ciudad de nacimiento, Palencia, y me trae recuerdos de mi infancia. Es muy bonita”.
-“Es una palabra llena de sonoridades que se deslizan a medida que se desciende por ella”.
-“Es una palabra que tiene música y la música es un lenguaje universal”.
-“Es una palabra que cuando se pronuncia suena redonda, como si estuviese perfectamente rematada”.
-“Es larga y sedosa. Me sugiere el suave contoneo de la escalera que se eleva hasta la luz, mientras mi infancia se desliza feliz. Es redonda”.
-“Entre la nobleza de balaustrada y la coloquial barandilla”.
-“Una palabra sonora, redonda, magnífica”.
Ejemplo: “A mis primos y a mí nos encantaba deslizarnos por el arambol pero yo, demasiado pequeña, solía acabar en el suelo”.

(quizás quieras participar en todo esto, mira cómo)

22 de septiembre de 2011

El salto

La imagen me ha acompañado toda la vida. Estoy saltando en el patio del colegio junto a mis amigas cuando, al poner por última vez los pies en el suelo, me descubro en un tiempo que no conozco.
Siempre he sentido que mi vida echó a andar de nuevo desde ese instante no sin algunos contratiempos: fui una niña sola que vivía en la calle hasta que me recogieron, me educaron y me enseñaron como había que vivir en un mundo como éste y empecé a buscar el porqué de esa imagen que se repetía en mi mente.
Ahora he dejado ya de hablar de ello. No quiero ir a ningún médico más, quiero que dejen de hablarme de obsesiones infantiles o de extraños tratamientos; sé lo que viví, sé que esa imagen fue real y que, lejos de ser como quieren una pesadilla recurrente, es y forma parte importante de mis recuerdos, es el principio o el final de todos ellos.

(microrrelato publicado en el nº 113 de la Revista Digital miNatura y escrito como respuesta a su convocatoria sobre el tema: “Mundos paralelos”, junto a otros muchos escritos por vosotros) 

20 de septiembre de 2011

Azucarillo

            La noche es una. Estrella en tu cucharilla mi deseo y bébetelo mientras me miras y sonríes colmada de burla. Lo sé, lo he sabido siempre. Para mí, todas las noches son una, aquella, la recuerdo y la recordaré toda mi vida. Mientras que tú… tú no dejarás que yo la olvide, no mientras me quieras seguir usando para endulzarte la vida.

(microrrelato escrito sin éxito para ReC)

19 de septiembre de 2011

Código secreto


Subió la velocidad del generador para compensar la falta de luz natural y se arrellanó en su rincón favorito para intentar de nuevo descifrar el documento.
Estaba seguro que debió pertenecer a uno de los causantes de la debacle final. ¿Por qué si no iba a escribir aquel mensaje cifrado a su cómplice?
Inició la lectura de nuevo, aunque su memoria no lo necesitase.

           “Re: Cita con Marga
Después de todo tu esfuerzo por conseguirme esta cita no he tenido valor a negarme a tu deseo de saber cómo fue.
Estuvimos hablando durante un tiempo que se estiró al ritmo de nuestras sombras mientras paseábamos. Perdí la noción del tiempo y entonces sin saber cómo, sucedió. El primer beso. No sé cómo explicarte. Su cabello dorado como el trigo olía a lavanda, su piel era terciopelo satinado como un melocotón en su punto; sus labios, jugosos como pulpa de fresa... Increíble. Te debo una. Tu amigo, Arthur.”
  
            Frustrado, apuntó las palabras trigo, lavanda, melocotón y fresa en la pantalla de su buscador; completamente seguro de que la clave estaba en ellas.

Microrrelato escrito por Montse Aguilera

(http://letrasparapasarunrato.blogspot.com/)

(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, envíamelo y lo publicaré aquí junto a los otros. ¡Muchas gracias!)

18 de septiembre de 2011

Espejismos

El tigre, en una zancada, cae sobre el ensimismado gato en cuyos ojos apenas se distingue el reflejo del pájaro que ahora se esconde en el azul del cielo.

(microrrelato presentado al Concurso de Minificciones, mes de agosto, sin éxito)

16 de septiembre de 2011

El trato

-Te dejo sólo un rato, mi amor –dijo él.
Después oí un disparó y crucé al otro lado.
Desconozco si hubo una segunda bala como habíamos acordado; sólo sé que espero.

15 de septiembre de 2011

Endemoniados

            -En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…
            Aquellas palabras abrieron hueco en el dolor y logré abrir los ojos. Ante mí, el Inquisidor armado con la Biblia y justo detrás de él el párroco de mi pueblo, mi chivato, pálido y aterrado.
            -Yo os maldigo, a vosotros y a vuestro Dios, amante del dolor y de la sangre.…
            El Inquisidor hizo un gesto hacia alguien que había detrás de mí y sentí como algunos huesos más se me resquebrajaban; justo lo que buscaba: un final más rápido.
            Sonreí.
            “Es un demonio”, supongo que pensaron.

(microrrelato presentado a la XXII Edición del Concurso de Microrrelatos en Bubok y finalista)

13 de septiembre de 2011

Todo es bueno con “El reencuentro”

“El reencuentro” es un micro que escribí en su momento para el Concurso ImaginArte Minificciones en Cadena y que resultó ganador en mayo de este año, entonces el jurado fue Gabriel Bevilaqua (podéis leer tanto el micro como los comentarios en esta entrada).
Ahora que el relevo de ImaginArte pasa a manos de Triple C (Cofradía del Cuento Corto), le han pedido a Martín Gardella que elija de todos los microrrelatos ganadores aquél que vendría a ser el ganador del año o de la temporada. Y Martín ha decidido que “El reencuentro” sea el micro ganador.
Permitidme que os copie sus palabras:

 “En mi opinión el micro ganador es el siguiente: EL REENCUENTRO

Las razones por elegir este micro son las siguientes:
1) Creo que el título resume bien la historia que se pretende contar.
2) El micro genera una situación de intriga a lo largo del texto, que cierra perfectamente al final. Ya que se sabe que se trata de un encuentro (porque así lo dice el título) pero en la última frase termina de redondearse la historia.
3) El lenguaje utilizado es preciso y no tiene palabras que sobren.
4) El final plantea una intriga que deja pensando al lector. Cuando dice "dispuesta a quedarse" no sabemos si se trata de un simple reencuentro de amigas después de muchos años, o si una de ellas volvió de la muerte, o lo que sea. Esa multiplicidad de interpretaciones es lo que valoro en los microrrelatos.

Muchas gracias por haberme permitido participar.

Martín Gardella"

       No puedo estar más contenta. Conozco la calidad de los textos que se presentaron a ese concurso, la de los que ganaron, muchos de ellos han sido votados por mí, soy admiradora de sus autores y considero un honor poder mezclar mis letras con las suyas,… ¿Qué puedo decir? ¿Hay palabras acaso?
       Triple C está calentando motores, yo ya estoy lista y vosotros… ¿lo estáis también?

12 de septiembre de 2011

Objetivo común


     Aún puede sentir el olor del humo en su savia, no puede ni quiere olvidarlo.
      Vio a los animales huir y las llamas tras ellos, asesinando a sus compañeros y éstos muriendo casi en silencio, dejando en el aire un murmullo de suaves chisporroteos. Después, cuando ya empezaba a temer por su vida, llegaron aquellos hombres cargados de agua y lo salvaron, a él y a otros muchos. Ellos tuvieron la suerte o la desgracia de ser la primera frontera de vida tras la tierra calcinada, los testigos de la masacre, los seres que habrían de construir un futuro nuevo desde las cenizas.
      Durante un tiempo sintieron remordimientos, pesadillas,… pero no tardaron en anudar sus raíces a las de los hermanos muertos, a las de aquellos que podían recuperarse y, juntos, dejaron que el invierno y el dolor diesen paso a la primavera; con ella empezaron a tejer una maraña de verdes hojas, a inyectar vida en la tierra, a acoger  pájaros e insectos y sentir otros sonidos, otros colores, otros aromas.
       Hoy es un buen día. Sabe que su gesto es serio, pero ve las primeras hojas brotando en sus ramas y a los hombres llegar y plantar pequeños árboles, casi retoños. Cuando se vayan, sólo tendrán que tomarles el relevo.

(microrrelato escrito para la ilustración de Juanlu que veis)

(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, envíamelo y lo publicaré aquí junto a los otros. ¡Muchas gracias!)

11 de septiembre de 2011

Raíces

La reina dio a luz un hermoso niño pero… no había olvidado su promesa.
        De modo que, cuando el repugnante hombrecillo apareció para llevárselo, ella descolgó un cedazo que decoraba la habitación y lo usó como raqueta.
            Había aprendido a no mancharse de sangre, pero seguía siendo molinera.         

(microrrelato escrito para las Microjustas, el tema era: “Malotes: Rumpelstikin”; lamentablemente he mordido la arena en la primera ronda)

10 de septiembre de 2011

Galápagos


-¿Falta mucho? –preguntó Peque.
-Tranquilidad, compañeras –gritó Paqui-. Ya veo el mar.
-¿Dónde, dónde? –gritó Piqui ansiosa.
-Sólo tenemos que girar la esquina del dibujo, chicas –dijo Paqui intentando tranquilizarlas.
-Yo no veo nada.
-¡Qué ganas! –gritó Peque entusiasmada.
-¿Habéis traído las tablas de surf? –preguntó Paqui tomándolas el pelo.
Y Peque y Piqui se señalaron la espalda partidas de risa.

(microrrelato infantil escrito para la ilustración de Juanlu que veis)

9 de septiembre de 2011

Obra cumbre

Con decisión puso frente a sí una hoja de papel y cogió un lápiz, pero su pulso no era firme.
Se concentró, la punta de su lengua asomó entre sus labios y empezó con la primera letra.
Media hora más tarde, después de no pocas dudas, borrones y tachaduras, el escritor alejó la cabeza del papel para ver con distancia el resultado.
Tenía cuatro años, acababa de escribir la que era sin lugar a dudas la obra cumbre de su carrera pero, sin darse mayor importancia, la abandonó a un lado y salió corriendo a comerse la merienda.

7 de septiembre de 2011

Silencio cómplice

Sabiendo que guardaba las fotos causantes del asesinato, siendo además testigo del mismo, la cámara permaneció en la estantería, muda y cobarde, camuflada entre los libros.

6 de septiembre de 2011

Solamente miedo

Se despertó sobresaltado, sentado ya en la cama, creyendo haber oído pasos en el salón. ¡Sí, estaba seguro, alguien había entrado en la casa!
Su respiración empezó a agitarse y el sudor…; pero ¿qué hacer? Nada más formularse esa pregunta supo que no podría volver a tumbarse en la cama y hacer como si no pasase nada.
En silencio, buscó el arma que tenía en la mesilla. ¿Qué podía haber fallado? Aterrorizado, viviendo un imposible, peinó cada rincón de la casa pero no encontró más que silencio y calma.
Volvió sobre sus pasos, al dormitorio, pero la sospecha ya había hecho presa en él: un susurro a su espalda, una cortina que se mueve, más pasos, gemidos, risas en sordina, un aliento frío junto a la oreja, el roce de una mano…
Días después los bomberos rompían su bunker haciendo saltar las alarmas. Lo encontraron en la cama con los ojos abiertos y helados, lo encontraron muerto de miedo dentro de su impenetrable casa.

5 de septiembre de 2011

Desaparecen…

         Eva se agacha, ve almejas en la playa, una perla. Se afana en rastrear peces araña, calamares de sal, gambas lentas, rayas de plata, ballenas varadas, arenques grandes, barcas magenta, carabelas de madera, redes de pesca, atardeceres de arena, velas blancas, almas de pez, mañanas frescas, hadas estrella, palabras veladas, valles verdes, paz anhelada, anclas negras, naves errantes, pescadores fantasma, palabras calladas, prendas de navegantes, aves navales... para llevarse esas partes encantadas del mar en la tela del caballete... ¿Qué falta, qué falta?. Están la a, la e… ¿las demás? Desaparecen. La maldad desencadena desastres. Yacen entre las algas, arrasadas por mareas negras, enterradas las esperanzas, quemadas las selvas. Eva mete las palabras en la cabeza, teme perderlas. Plasma las letras en la tela, la a y la e. Hace tres escaleras. Parece ver tres letras más, mas… desaparecen… plantas quebradas, leyes vanas, abejas secas, aldeas masacradas,  presente en llamas. Nada más estarán en el caballete de Eva. Permanecerán en la mente. En el desván del alma esperan.



Microrrelato escrito por Mar Horno (http://marhorno.blogspot.com/)
Ilustraciones realizadas por Juanlu (http://www.dididibujos.blogspot.com/)

(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, envíamelo y lo publicaré aquí junto a los otros. ¡Muchas gracias!)

4 de septiembre de 2011

Vocación


            Sabía que el juramento era sólo un acto protocolario más, quizás uno de los últimos antes de empezar a ejercer como abogado pero era el momento que había estado esperando, el principio de mi nueva vida. Tan solemne y antiguo como había imaginado, lleno de palabras repetidas durante décadas y del sonido de las recién estrenadas togas,… Sentía una mezcla de miedo y emoción, estaba asustada y feliz, quería pedir socorro y abrazar a todo el mundo. Por eso, en cierto modo, me alegraba  tener la resaca que tenía, que diluía y retardaba mis sentimientos y reacciones. No quería bajo ningún concepto hacer un número pero… confieso que las risas y los codazos de mis compañeros me sacaron completamente de mis casillas.

(microrrelato presentado al III Concurso de Microrrelatos sobre Abogados, mes de agosto)

2 de septiembre de 2011

Vocación ¿vacacional?


             
           Hacía un rato largo que el niño estaba callado y eso inevitablemente la puso en guardia. Levantó la cabeza de la toalla y lo buscó con la mirada. Cuando lo vio, se sentó de golpe... del susto.
            Ella quería que su hijo fuese arquitecto y acababa de descubrir con horror que, de momento, sólo le llamaban la atención los mausoleos o, en el mejor de los casos, las estatuas. ¿Por qué no podía hacer un castillo de arena como todo el mundo?
            Por un momento estuvo a punto de destruir la obra de su hijo de un manotazo, pero se contuvo, miró a su alrededor y calculó que lo haría la marea.

(microrrelato escrito como respuesta a la propuesta hecha en el foro Brevedades, la foto es de Montse Aguilera)