De nuevo en Ivoox

¡Otra vez! Alguien se ha ocupado de poner voz y música a uno de mis micros, “La fuerza del destino”, y ahora se puede oír en Ivoox, plataforma en la que se publican, escuchan y comparten audios.

Si quieres escucharlo puedes pinchar en este enlace: https://www.ivoox.com/Luisa-Hurtado_sb.html?sb=Luisa+Hurtado, donde lo encontrarás junto a otros que han tenido la misma buena suerte.

No obstante, en este ocasión, hay que añadir una explicación extra: tal y como se escucha es la versión publicada en el blog Palabras, fotos, días (blog en el que durante 2013 estuve publicando un micro y una foto… cada día). Curiosamente, cuando lo publiqué en este blog (que es poco más mi casa para esto de las palabras) hice un cambio en el final.

Es decir, he aquí un micro con dos finales. ¿Cuál prefieres tú? ¿El que puedes escuchar en Ivoox, en el enlace que te he pasado, o el que puedes leer justo aquí?

En cualquier caso y siempre, gracias, muchas gracias.

A la espera de un cuerpo humano, las sombras hacen cola

Fotografía cogida del periódico El Confidencial

 

Qué bello es vivir

A sus cincuenta años nunca había ido a un museo, jamás. El arte en su vida hasta ese momento se había reducido a hacer una comida sabrosa con cuatro cosas, limpiar la casa y asumir que vivir con su marido era, como mínimo, ser utilizada y estar sola. Un día, gracias a una vecina, acabó yendo a su primera exposición, un montón de manualidades de dudoso gusto, donde descubrió la pintura y decidió que quería poner color en su vida. Comenzó utilizando con ese propósito la sangre de su marido, lo que la hizo famosa; después y en la cárcel empleó el tiempo en formarse y crecer hasta hoy en que, con materiales mucho más convencionales y sin haber perdido ni un ápice de frescura, sus cuadros alcanzan cifras astronómicas.

El humo se densificó y nació ese hombre que avanza

Fotografía cogida del periódico El Confidencial

 

Último acto

El mar ya me está lamiendo los pies cuando dejo volar los recuerdos. El agua continúa su ascenso pero yo sigo quieto; y justo cuando el bote de crema protectora se aleja mar adentro arrastrado por las olas, sé que lo único a lo que puedo aspirar, siendo como he sido siempre un actor mediocre, es que mi representación como muerto reciente sea convincente.

Dolce far niente

Fotografía cogida del periódico El Confidencial