Vivir
es navegar sin saber nadar, desnudo y solo, anhelando hacer pie o divisar en el
horizonte una porción de tierra. Y enamorarse, enamorarse es pretender nadar en
una dirección concreta, acomodando el ritmo de las brazadas a las de alguien
que permanece a flote de la misma tonta manera.
Precioso texto
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