15 de diciembre de 2017

Hermosa

Tan hermosa como siempre, pensó.
El cuerpo inerte de su mujer yacía junto a él y él, al fin, estaba en calma.
“Ya nadie retendrá tu rostro en su retina, mi amor, nadie guardará tu imagen en su memoria. ¿Recuerdas que te lo advertí?”, añadió, “te dije que sólo serías mía, tú te reíste y yo te contesté que no mentía, nunca”.

2 comentarios:

  1. Pocas cosas se separan tan sutilmente como la mentira de la verdad.

    Saludos,

    J.

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  2. Este interesante micro me hizo recordar la Historia del joven celoso del francés Henri Pierre Cami.

    Saludos desde Guadalajara de Buga, Colombia.

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