Elegimos que la educación de nuestros hijos era lo más importante, queríamos que ellos tuvieran las oportunidades que a nosotros se nos habían vetado; por eso, cuando ahora les oigo hablar entre ellos en inglés mientras remueven la sopa de siempre, siento mucho más que hambre, hambre y unas ganas tremendas de entender por qué sus idiomas y sus másteres no son suficiente como para que vivan su vida.
Algo les faltara xD
ResponderEliminarQué contradictorio todo Luisa y qué bien lo cuentas!!
ResponderEliminarCuídate mucho guapa.
Besicos muchos.
Imponer nuestros criterios a los demás siempre es un error.
ResponderEliminarSuerte,
J.