-Te veo estupendo, ¿cuánto tiempo ha pasado?, ¿quince
años? ¿Hace un café?
Asentí y, ya sentados, empezó a desnudarse: el
matrimonio, los cuernos, el divorcio, los hijos, la enfermedad, el trabajo, el
desfalco, los juicios, los testigos falsos, la cárcel…
Y yo, con todo el pudor, escuchándolo.
Ayyyy, ese letrero que algunos llevamos en la frente, que no hemos escrito ni deseamos tenerlo y que dice: ¡Cuéntame tu vida!!
ResponderEliminarMuy bueno el relato.
Besicos muchos.