21 de septiembre de 2022

Manoteos y muecas

Su mundo había sido demasiado pequeño y ella había estado muy sola, lo comprendió después de estar durante horas CONVERSANDO POR GESTOS CON su amiga. Algunas semanas más tarde, sin embargo, creía que no estaba exactamente en lo cierto aunque tampoco es que fuese mentira; se había enamorado y no había nada más excitante que hablar con ella, sentir sus manos revoloteando por el aire y posar los ojos en sus labios para ver cómo se fruncían. 
 
(microrrelato escrito celebrar el décimo cumpleaños de Esta noche te cuento y que responde a la propuesta que se encontrará en este enlace)

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