CUANDO SU PADRE LLEGABA BORRACHO,
corría al parque con las amigas a comer pipas, dejaba que llegase la noche para
volver a casa, entrar de puntillas y meterse vestida en la cama dispuesta a
salir corriendo si oía pasos acercándose a su puerta.
Fue
precisamente estando en el parque, mirando a unos chicos jugar a las canicas,
como se le ocurrió la idea. Durante noches y noches extendió la trampa frente a
su habitación haciendo gala de una paciencia infinita, hasta que llegó la
última en que, en vez de caídas e insultos, se oyó la cabeza de su padre
golpeando con la esquina del aparador y supo que ya siempre dormiría tranquila,
solo tuvo que recoger las seis canicas y regalárselas a uno de los chicos que jugaba en el
parque.
(microrrelato escrito celebrar el
décimo cumpleaños de Esta noche te
cuento
y que responde a la propuesta que se encontrará en este enlace)
Excelente además de duro tu relato, Luisa.
ResponderEliminarBesicos muchos.