Ese maravilloso
viaje que le habían prometido, ese destino, ¿era éste? No quería protestar,
pero empezaba a sentirse engañado. Intuía ahora, demasiado tarde, que nada le
compensaría las horas de rezos y de buenas obras, que los ejercicios
espirituales habían sido en vano, que el amor y el placer le estarían para siempre
vetados y que el estado supremo y definitivo de dicha era cuando menos
decepcionante.
Dios, ¿era esto
el Cielo?
Comprobó
entonces, con sorpresa, que el viaje no había acabado, que volvía sobre sus
pasos y que, aun habiéndose equivocado de religión, iba felizmente a
reencarnarse.
¡Me encanta!
ResponderEliminarFeliz año 2017 Luisa!!.... precioso micro, con un final majestuoso. ¿Vas a escribir todo el año a este nivel? ... aaaahhhh!.... ¡qué tiempos! Un besazo.
ResponderEliminarGracias y Feliz Año!!!
ResponderEliminarMe alegro que te guste, Javier, En cuanto a lo que comenta Laura...... Mi blog es mi despacho y tengo micros en un archivo, si, creo que la respuesta es si, a este ritmo mas o menos.
Un beso a ambos
Un viaje con regreso programado a pesar de las creencias.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta el texto. Aunque yo sólo creo en los gusanos.
ResponderEliminarSi, los gusanos existen, incluso de dos patas y dan un mieditoooo
ResponderEliminarPues qué pereza empezar otra vez, aunque si todo se terminase sería peor, digo yo.
ResponderEliminarUn abrazo, Luisa