Quizá ocurra mañana, puede que un día acabe levantando
los ojos para descubrir a su lado una mujer que le ama. Durante el día cuido a
su hijo inválido después del fatal accidente, peino mis primeras canas y, por
las noches, cuando se extiende por los pasillos un eco de llantos, acabo
entrando en su habitación para consolarlo, mirar el lado vacío de la cama que
tanto le hiere y me gana y renovar mi promesa de permanecer a su lado. Y así
una y otra vez.
Jummmmmmmmm
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