Como un alienígena cualquiera, quería dominar el
planeta.
Vestía siempre con corbata y de
gris; peinaba un corte de pelo aburrido; sonreía por contrato y, suponiendo que
alguna vez había sentido algo, hacía tiempo que no sentía nada; buscaba una
mujer con la que fingir durante toda una vida que se amaban, con la que ser un
buen equipo y tener al menos un par de seres nuevos para educarlos a su imagen
y semejanza. Quería estar, que se contase con él y pasar desapercibido. Deseaba
alcanzar las cotas más altas de poder y gobernar a aquellos que odiaba.
Punto por punto, sobreponiéndose a
todo tipo de contratiempos, él logró su objetivo; para nosotros es solo otro
político.
Ni más ni menos!!
ResponderEliminarComo siempre, has dado en el centro de la diana. Excelente!!
Besicos muchos.
Solo uno más.
ResponderEliminarSaludos,
J.